Los Denver Nuggets se proclamaron este lunes campeones de la NBApor primera vez, al vencer 94-89 a los Miami Heat y ganar las Finales por un global de 4-1.
Comandados por Nikola Jokic, que logró 28 puntos y 16 rebotes, los Nuggets aprovecharon la primera de las tres oportunidades que tenían para cerrar las Finales y celebraron a lo grande con su público el primer anillo de sus 47 años de historia.
Los Heat dominaron el arranque del partido de la mano de un imponente Bam Adebayo (20 puntos y 12 rebotes), pero acabaron sucumbiendo con errores clave de su estrella Jimmy Butler (21 tantos) en los dos minutos finales, en los que llegaron a ir por delante en el marcador.
Me siento "bien. El trabajo está hecho y ya podemos irnos a casa", declaró Jokic nada más acabar el partido.
Los Nuggets, que hasta este año solo habían llegado hasta las finales de la Conferencia Oeste en cuatro ocasiones (1978, 1985, 2009 y 2020), alcanzaron la cima de la NBA gracias a un equipo cocido a fuego lento durante casi una década y comandado por el talento único de Jokic y la fabulosa dupla que forma con Jamal Murray (14 puntos).
"Sois los mejores aficionados", agradeció el técnico Michael Malone a los 19.000 aficionados del Ball Arena. "Pero tengo noticias para ustedes, no estamos satisfechos con esto. Queremos más, queremos más".
Los Heat, que aspiraban al cuarto anillo de su historia, habían perdido prácticamente todas sus opciones de victoria con sus dos derrotas de la semana pasada en Miami, pero este lunes regresaron a la pista decididos a dar la batalla y llegaron con el partido igualado a los últimos minutos.
Varios errores en el lanzamiento de Butler y un robo al escolta por parte de Kentavious Caldwell-Pope acabaron con las esperanzas de Miami.
Final de infarto
Como era de esperar por su espíritu combativo, los Heat viajaron a Denver decididos a dejarse la piel por alargar las Finales.
La eléctrica atmósfera en el Ball Arena trataba de empujar a su equipo en el escalón final, pero los jugadores de Michael Malone se vieron asaltados por los nervios en el inicio.
La tensión de los Nuggets se sintió especialmente en el tiro exterior, con una catastrófica estadística de 1/15 (6,7%) en triples al descanso.
Los Heat tampoco estaban inspirados desde la línea de tres (4/15 en el medio tiempo) pero tomaron el control del partido por su mayor intensidad defensiva y el dominio que impuso Adebayo en la pintura.
El poderoso pívot, que ha protagonizado unas sólidas Finales pese a tener que defender al estelar Jokic, era una pesadilla para los Nuggets en el rebote y compensaba el flojo inicio ofensivo de Jimmy Butler.
Entre Adebayo (9 puntos) y el escolta Max Strus (8) se encargaron de 17 de los 19 primeros puntos de Miami.
Con Jokic en el banquillo por dos tempranas faltas personales, Malone tuvo que recurrir al veterano DeAndre Jordan para intentar frenar a Adebayo.
Jokic regresó en el segundo cuarto para tomar la dirección de los Nuggets pero tomando precauciones para no cargarse de más faltas.
Aunque tuvieron la primera mitad de cara, los Heat solo pudieron irse al descanso con siete puntos de ventaja que Denver ya había neutralizado a la mitad del tercer cuarto.
Un triple de Jamal Murray colocó el empate a 60 y otro de Porter Jr dio la primera ventaja a los locales desde el primer cuarto, haciendo enloquecer al Ball Arena.
El veterano base Kyle Lowry dio aire a Miami con varios triples que llevaron el juego igualado al último cuarto, pero para entonces los Nuggets ya se habían sacudido los nervios y Jokic dirigía las operaciones.
Los locales se avanzaron 83-76 a falta de cuatro minutos y medio pero Butler resurgió y comandó un parcial de 8-0 para Miami, incluidos tres tiros libres producto de una muy discutida falta de Aaron Gordon.
Miami se llegó a poner por delante pero una canasta de Jokic y un robo decisivo de Kentavious Caldwell-Pope a Butler colocaron a Denver con tres puntos de ventaja a falta de 24 segundos.
Butler falló un triple a 14 segundos y Bruce Brown finiquitó desde la línea de tiro libre para desatar la fiesta en Denver.