Nilofar Bayat, capitana de la selección afgana de básquetbol en silla de ruedas, logró dejar Kabul y huir así de los talibanes que tomaron el poder en el país, según confirmó la agencia EFE a fuentes del Consejo Superior de Deportes (CSD).

Su salida de Afganistán fue coordinada por el CSD, junto con el Ministerio de Cultura y Deporte y el Ministerio de Asuntos Exteriores de España, desde el primer momento en que se conoció el caso de Bayat.

El club Bidaideak Bilbao BSR comunicó que “abre sus puertas a la jugadora afgana, Nilofar Bayat, para que pueda residir en Bilbao y jugar en su equipo desde la próxima temporada”.

El CB Minusval Melilla, del Grupo C de la Segunda División de baloncesto en silla de ruedas, también se ofreció para acoger en su institución a la capitana de la selección afgana, según detallan medios españoles.

Bayat pidió ayuda para salir de su país al igual que miles de mujeres, quienes temen por su vida desde que los talibanes tomaron Kabul y controlaron la mayor parte de Afganistán.

Su vida no ha sido fácil. Comenzó a usar silla de ruedas hace más de 20 años, justamente por culpa de un misil lanzado por talibanes, que también hirió a su padre y mató a su hermano, según informó La Razón de España.

Desde que estalló la crisis supo que su vida y la de su marido, capitán de la selección de básquetbol afgana, estaban en peligro, por lo que comenzó a pedir ayuda.

El periodista Antonio Pampliega, especializado en zonas de conflicto, la ayudó siendo el puente entre la deportista y las autoridades internacionales.

“Los talibanes van a entrar en Kabul. Tenemos mucho miedo. Mi vida se acaba, Antonio. No me puedo quedar aquí”, fue el temor que le expresó Bayat.

La historia tuvo un final feliz y tanto la deportista paralímpica como su esposo podrán iniciar una nueva vida en España.

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