Los Juegos Paralímpicos de Río de Janeiro comenzarán el próximo 7 de septiembre en medio de la mayor crisis de su historia.
"Nunca en sus 56 años de historia, los Juegos Paralímpicos habían afrontado circunstancias como estas", dijo el presidente del Comité Paralímpico, Philip Craven.
"Desde que nos enteramos de la magnitud del problema, hemos enfocado todos nuestros esfuerzos en hallar soluciones".
Para empeorar las cosas, sólo se ha vendido el 12 por ciento de los boletos, lo que unido a los problemas para recaudar fondos obligará a recortar costos fundamentalmente en diversos apartados.
Específicamente las principales afectaciones serán:
- Disminución del personal
- Cambios en los servicios de transporte para los atletas y sus equipos
- El cierre de una serie de centros de prensa
- Trasladar eventos a otros lugares para permitir que el Estadio de Deodoro sea desmantelado
Aun así los juegos mantendrán 22 deportes como estaba planeado, dijo el viernes el Comité Paralímpico Internacional (CPI).La escasez de recursos financieros provocó una demora de tres semanas en el desembolso de subsidios para ayudar a los atletas a cubrir sus gastos de viaje a Río.
Los organizadores debían pagar los subsidios a atletas y funcionarios de 165 países a finales de julio.
El dinero ya comenzó a pagarse, pero los organizadores creen que la demora podría poner en peligro la participación de algunos países.
"En la actualidad tenemos alrededor de 10 países que, incluso si se pagan las subvenciones, pueden tener dificultades para cubrir el costo de su viaje", dijo Craven.
El jueves, el gobierno brasileño anunció que destinará US$31 millones a respaldar los paralímpicos, que concluyen el 12 de septiembre.