El rugby mundial está de luto.
Jonah Lomu falleció este martes a los 40 años, por culpa de una rara enfermedad renal: síndrome nefrítico. La noticia fue confirmada por el médico del mítico jugador de los All Blacks, asegurando que su deceso fue inesperado.
Eso sí, desde que se retiró en 2002, el wing arrastraba problemas de salud asociados a su enfermedad.
"Estamos conmocionados y profundamente tristes con la noticia", aseguró Steve Tew, director deportivo de rugby del país oceánico.
El deportista neozelandés fue el jugador más joven en debutar por la selección nacional, con 19 años y 45 días. Anotó 43 tries en sus 73 partidos con los All Blacks.
Dentro de sus récords aún vigentes se encuentra el de ser el jugador que más tries ha convertido en la historia del Mundial de Rugby con 15.
Pero más allá de los números, fue el artífice de la campaña que puso a Nueva Zelanda en la final de la Copa Mundial de 1995 en Sudáfrica, donde quedaron en el segundo lugar. Jonah Lomu fue el máximo anotador de tries con 7 (junto a su compañero de selección Marc Ellis).
En su carrera como jugador, además, jugó en el Counties Manuaku antes de fichar por un equipo grande, el Auckland Blues; también fue parte de los Chiefs y Hurricanes en su país, y del Cardiff Blues galés y el Marseille Vitrolles de Francia.
En su autobiografía lanzada en 2013, llamada "Jonah: My story (Jonah: Mi historia)", reveló que tras la Copa Mundial de Nueva Zelanda en 2011 estuvo a punto de morir debido al síndrome nefrítico.
"Todo comenzó con una noche fantástica, pero poco a poco me empecé a sentir muy mal. Cuando volví a casa, me encontraba en muy mal estado. Durante las siguientes horas me puse peor. Mi cuerpo entró en crisis total", confesó Jonah Lomu.
El mundo despide a la primera superestrella del rugby internacional: Jonah Lomu, "La bestia".