A los 84 años falleció una de los grandes exponentes del golf, Arnold Palmer.
Su figura que ayudó a transformar el golf de una actividad de fin de semana o de ocio a un deporte masivo, siendo sin duda uno de los nombres más famosos del siglo XX en la disciplina.
En 2004, se convirtió en el primer golfista en recibir la Medalla Presidencial de la Libertad y también fue galardonado con la Medalla de Oro del Congreso en 2012.
Nacido en Latrobe, Pennsylvania en 1929, aprendió de golf de su padre, Milfred "Deacon" Palmer, y entró en Wake Forest College con una beca para el juego que amaba. Después de la muerte de su amigo, Bud Worsham en un accidente de auto en 1950, Palmer dejó la escuela para unirse a la Guardia Costera de los Estados Unidos.
Después de su paso por las fuerzas armadas, regresó a la escuela y al golf participando del Campeonato Amateur de 1954 Estados Unidos. Es en esta época que toma la decisión de dedicarse a esto de forma profesional.
Durante su carrera, Palmer ganó siete torneos importantes, y se llevó el Masters en cuatro ocasiones (en 1958, 1960, 1962 y 1964), el British Open en dos ocasiones (1961 y 1962) y el Abierto de EE.UU. una vez (en 1960).
Aunque muchos consideran al golf como un deporte elitisra, Palmer fue siempre humilde y abierto. "Estoy halagado por el hecho de que la gente quiere hablar conmigo o darme la mano o conseguir un autógrafo", dijo a Esquire en 2014. "Me siento halagado de que quieran eso. Y trato de hacer todo lo posible para agradar."
Hay pocos atletas de esta época que guste tanto en el mundo deportivo, incluso más allá del deporte que practican. Algunos podrían recordarlo también por la bebida , la limonada o el té helado que lleva su nombre, ya que su compañía ha estado vendiendo su propia versión desde el año 2001.
Palmer fue el primer cliente de IMG, la legendaria firma de gestión deportiva de Mark McCormac con quien cofundó el canal de golf, que ha sido el primer canal de cable dedicado al deporte de sus amores.
Palmer murió en un hospital de Pittsburgh, de acuerdo con varios informes. "Él era la figura perfecta para la televisión. Esto debido a su capacidad atlética, su buena apariencia, su forma de jugar el juego", señaló su biógrafo, Jim Dodson. "Él creó la emoción que simboliza la televisión. Fue inmediata, era fresco. Se podría llevar a la gente derecho a la escena de manera medios de comunicación nunca habían hecho", añadió el escritor de "La vida de un golfista".