El defensa chileno de River Plate, Paulo Díaz, vive una delicada situación en medio de la cuarentena para combatir el avance del coronavirus: quedó aislado en Buenos Aires mientras su esposa Fernanda y su hijo Agustín, de cinco meses, están en Chile.
El elenco Millonario decidió cerrar sus puertas y no presentarse el pasado sábado al partido frente a Atlético Tucumán por la Copa de la Superliga –antes de que decidieran paralizar la competencia– pero el chileno no viajó de regreso a nuestro país.
Ahora el zaguero y su familia se comunican, dentro de otras maneras, por historias de Instagram. “Necesito de mi @paulodiaz17”, escribió ella en la red social. “Yo igual los extraño a los dos”, respondió él.
En Argentina, con aislamiento obligatorio, se dispuso el cierre total de las fronteras. En el país vecino hay 128 casos con tres fallecidos.