El técnico serbio Radomir Antic, quien dirigió en España al Atlético de Madrid, Real Madrid y FC Barcelona, falleció el lunes a los 71 años.

Pero además de los gigantes del fútbol español, también dirigió al Celta de Vigo en 2004. Su paso por Balaídos duró apenas dos meses –periodo en el cual sólo obtuvo dos triunfos y un empate en nueve partidos por la Liga– teniendo entre sus dirigidos a los chilenos Mauricio Pinilla y Pablo Contreras.

Ambos ex seleccionados nacionales protagonizaron un polémico episodio con el fallecido entrenador en el conjunto celeste. Y es que antes de un partido frente a Málaga por la Liga, en febrero de ese año, el DT expulsó a los futbolistas de la concentración. Junto a ellos también estaba el argentino Fernando Cáceres.

Según publicó en ese momento La Voz de Galicia, algunos medios apuntaron a los tres jugadores como los protagonistas de un caso muy grave de indisciplina la noche anterior al partido, lo que motivó su expulsión del hotel por parte de Antic.

De acuerdo con la publicación, los tres futbolistas quedaron fuera del partido. Sin embargo, Pinilla y Cáceres ya se habían visto envueltos en otro supuesto caso de indisciplina, denunciado en su momento después de un encuentro ante Betis en Sevilla.

En conferencia de prensa, Antic declaró: “Hubo tres jugadores con los que no conté ese día por mis motivos de los que no voy a decir nada más. Para cualquier otra información sobre el tema preguntarle al club”.

“No lo sé, no voy a entrar en detalles”, agregó cuando se le preguntó si la expulsión de los tres jugadores se había producido a altas horas de la madrugada.

Por su parte, Pinilla negó haber estado involucrado en un caso de indisciplina. “¿De dónde sale todo esto? Fernando no fue citado porque había cinco defensas en el plantel y tanto Pablo como yo veníamos de un viaje largo con la selección desde Los Angeles y sólo habíamos dormido cinco horas. ¿Cómo quieren que juguemos así?”, recordó el foro Fame Celeste, entre las anécdotas del Celta de Vigo.

El 18 de febrero de 2004 La Roja efectivamente disputó un amistoso frente a México en Carson, Los Angeles, el cual terminó igualado 1-1.

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