El inicio de Colo Colo en el Transición no estuvo exento de complicaciones. Al baldazo que significó perder el Clausura en las últimas fechas, el arranque de este campeonato estuvo lejos de recomponer el ambiente en Macul.

El empate sin goles ante Antofagasta en el debut, sumado a la paridad 1-1 contra Palestino y la derrota 2-1 en casa frente a Universidad de Concepción tenían contra las cuerdas a Pablo Guede y sus dirigidos, que en las cuatro primeras jornadas solo celebraron el 3-1 sobre O’Higgins en Rancagua.

Entonces, vino el Superclásico y todo empezó a cambiar.

Aquí un repaso a los partidos más importantes del “Cacique” en su camino hacia su 32ª corona.

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Un paseo al mediodía

Universidad de Chile llegaba como escolta de Unión Española al Superclásico de la quinta fecha, en el Monumental. Pese a su condición de campeón vigente y su positivo comienzo en el certamen, la racha de los azules de 16 años sin victorias en Macul marcaba la previa al choque.

Y Colo Colo se la hizo sentir rápidamente.

A los 16 minutos, con anotaciones de Esteban Paredes y Jaime Valdés, los albos ya ganaban 2-0. El descuento de Mauricio Pinilla fue apenas una isla en un partido dominado ampliamente por el dueño de casa, que en el complemento pasó la aplanadora y con otros dos tantos del “Tanque” estructuraban un 4-1 que, incluso, dejó con sabor a poco a sus hinchas.

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Alcanza el liderato con sabia joven

Aunque después de golear a la “U”, el “Cacique” debió enfrentar la sorpresiva eliminación  de Copa Chile, a manos de Iberia, en el Transición inició un tranco cada vez más firme. Al empate 1-1 frente a Iquique, le siguieron victorias consecutivas ante San Luis (3-0), Universidad Católica (1-0), Wanderers (2-0) y Audax Italiano (3-0), en las que pese a no mostrar un juego muy vistoso lucía una solidez defensiva que le permitió no recibir goles en esos encuentros.

Ante los porteños alcanzaron la punta en un duelo durísimo, en que los dirigidos por Nicolás Córdova hasta pudieron correr mejor suerte, sobre todo en el primer tiempo.

Sin embargo, en el cierre, la gran actuación del juvenil Iván Morales resultó esencial para conseguir un triunfo trabajado. El atacante asistió primero a Paredes, para la apertura de la cuenta a los 80 minutos, y luego anotó el 2-0 decisivo sobre la hora.

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Otra goleada para volver a creer

Al sólido triunfo sobre Audax, en La Florida, le siguió la polémica caída en Temuco (1-0), con Esteban Paredes expulsado desde la banca (también vio la roja Matías Zaldivia) y Guede yendo a encarar al cuarto árbitro, Patricio Polic.

Se encendieron las alarmas en Macul, donde la paranoia se apoderó de todos.

La reacción debía ser inmediata e importante. Nada mejor que enfrentar a Unión Española, otro de los candidatos, para demostrar la valía de su candidatura a la corona.

El triunfo fue contundente, tal como había sido ante la “U”. Frente a una de las vallas menos batidas del torneo, le marcó cinco goles (tres de ellos en el primer tiempo), para un 5-2 decidor. Esa tarde en Pedreros, para los albos anotaron Octavio Rivero, Óscar Opazo, Iván Morales y Jaime Paredes, con dos penales. Los descuentos fueron un autogol de Claudio Baeza y un tanto de Sebastián Jaime.

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Una victoria sobre la hora

El golpe decisivo del “Cacique” se produjo en el regreso del certamen, tras el parón FIFA y las elecciones presidenciales. Y no fue fácil.

A la 13ª fecha llegaron tres equipos en la punta: los albos, la “U” y Unión.

Los azules perdieron el sábado 3-0 ante Audax y los hispanos empataron 1-1 frente a Temuco.

Entre medio, Colo Colo se impuso 3-2 a Everton, que también buscaba alcanzar el liderato del torneo, y pasó al frente en solitario, a falta de dos jornadas.

En uno de los mejores duelos del campeonato, el conjunto popular le ganó 3-2 en su visita al cuadro viñamarino, con una conquista en el minuto 90 de Rivero.

Guede, suspendido, no estuvo en el banco y debió seguir el partido desde una caseta, desde donde habría entregado instrucciones a sus dirigidos sin que la ANFP quisiera profundizar en el caso.

En el campo, sus pupilos revirtieron la desventaja inicial, gracias al tanto de Patricio Rubio, con anotaciones de Julio Barroso y “Pajarito” Valdés (con colaboración del arquero Eduardo Lobos). Y después se repusieron al empate parcial de Raúl Becerra.

Cuando moría el partido, Rivero puso el 3-2 definitivo que desató la euforia del millar de fanáticos que pudieron llegar a Sausalito.

Ya sabían que la corona estaba al alcance.

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