El delantero de Universidad de Chile Gustavo Canales se confesó con la revista La Magia Azul, refiriéndose principalmente a su relación con el "Romántico Viajero", cuadro con el que ha conquistado cinco títulos (Apertura 2011, Clausura 2011, Copa Sudamericana 2011, Apertura 2014 y Supercopa 2015).

El atacante de 33 años, junto con confesar que a finales de septiembre renovó hasta 2017 con los "azules", aseguró que "yo ya me siento identificado con la 'U' y quiero ser reconocido no sólo por lo que hice o gané, sino que por lo que aporto partido a partido".

El oriundo de General Roca comenzó su relación con Universidad de Chile estando en Deportes La Serena, cuando era dirigido por Víctor Hugo Castañeda.

Recuerdo que estando en La Serena, le dije (a Víctor Hugo Castañeda) que quería jugar en la 'U', porque cuando jugábamos en contra el público era una locura
Gustavo Canales

"Recuerdo que estando en La Serena, le dije (a Castañeda) que quería jugar en la 'U', porque cuando jugábamos en contra el público era una locura. Desde ese momento me quedó claro lo que significaba la gente de la 'U'", comentó.

Canales también se refirió a su polémico traspaso al fútbol de China, a principio de 2012, operación en la cual muchos hinchas "azules" lo catalogaron de "mercenario". El ariete se defendió y acusó un mal manejo dirigencial, pues "yo me quería quedar", afirmó.

También recordó el doping que lo sacó de Arsenal de Sarandí en 2012, asegurando que "tuve una caída en mi cuidado personal". Sin embargo, el jugador asumió la responsabilidad y agradeció a quienes lo apoyaron en ese difícil momento, entre ellos el actual presidente de la "U", Carlos Heller.

Finalmente se refirió a las dificultades que enfrentó durante sus inicios en el fútbol, momento que estuvo marcado por varios episodios de frustraciones.

"Llegó un momento en el que me di cuenta que el fútbol me había dejado, que ya no quería jugar más", confesó. 

Y es que el ex Unión Española sufría por su alocada juventud. "Era el jugador perdido", recuerda, revelando una frase con la que la gente lo identificaba por aquellos años: "si ese hubiera dejado la joda...".

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