AFP

Con su triunfo 2-0 en Cagliari, la Juventus dio el martes otro paso más hacia el título, en un partido marcado por un nuevo episodio racista en el fútbol italiano, con gritos de mono hacia los jugadores negros del equipo turinés.

Durante el partido, el francés Blaise Matuidi, el brasileño Alex Sandro y el joven Moise Kean fueron objeto de gritos racistas, que se intensificaron tras el segundo tanto turinés, marcado por el delantero de la Azzurra en el minuto 85.

Es el cuarto gol en los últimos seis partidos de campeonato para el joven delantero Kean.

Según las imágenes del canal Sky Italia, Kean festejó su gol quedándose inmóvil y con los brazos abiertos frente a una de las curvas del estadio de Cagliari, mientras que sus compañeros se lo llevaron poco después hacia el centro del campo.

Al mismo tiempo, Matuidi, muy enojado, discutía con su entrenador Massimiliano Allegri y realizaba gestos hacia esa misma parte de las tribunas y después hablaba durante unos instantes con el árbitro.

El encuentro fue interrumpido durante unos instantes y por la megafonía del estadio se difundió un mensaje instando a los aficionados a detener sus gritos.

La polémica continuó tras el partido, con las declaraciones de Leonardo Bonucci sobre el incidente: "Kean sabe que cuando marca, debe festejarlo con sus compañeros. Sabe que podría haber hecho algo diferente".

El central, no obstante, matizó que "ha habido gritos racistas tras el gol. Blaise los ha escuchado y estaba enojado. Creo que hay responsabilidad por ambas partes. Moise no debería haberlo hecho (festejar de esa manera) y la curva no debería haber reaccionado así".

Precisamente, Bonucci había abierto el marcador en la primera parte, rematando de cabeza un córner (22).

El entrenador de la Juventus, Massimiliano Allegri, declaró por su parte que "como es habitual, hubo algunos imbéciles y hubo gente normal. Hay cámaras. Se buscan y se sacan (las imágenes). Pero quizá es que no se quiera hacerlo", criticó.

El presidente del Cagliari Tommaso Giulini trató de quitar hierro al incidente: "Si hubiese sido Bernadeschi quien hubiese hecho lo de Kean, la reacción hubiese sido la misma".

"Nadie escuchó nada hasta el gol. Kean cometió un error. Tiene 19 años, y se entiende ", añadió, especificando haber "sobre todo escuchado silbidos".

"Hay un moralismo y una deriva que no me gusta. Este club ha sido siempre ejemplar y ha denunciado todo comportamiento racista. Si hubo gritos racistas, lo que los lanzaron cometieron un error", concluyó.

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