Cuatro aficionados del club de fútbol inglés Chelsea, acusados de no permitir la entrada de un hombre negro a un vagón del metro de París el pasado 17 de febrero, fueron vetados este miércoles de asistir a partidos de fútbol hasta por cinco años.
Un quinto acusado recibió una prohibición de tres años.
Según las órdenes de veto futbolístico, no podrán asistir a encuentros nacionales ni internacionales.
El juez británico Gareth Branston declaró: "Odio racista fue manifestado por los aficionados del Chelsea en el metro de París esa noche".
Añadió que el incidente había "manchado la reputación del fútbol inglés en Europa".
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¿Qué son las órdenes de prohibición de fútbol?
- Las órdenes de veto son una sanción civil, en lugar de criminal, diseñadas para prevenir futuros problemas en lugar de penalizar el comportamiento anterior.
- Para emitir tal orden se debe probar que la persona acusada ha causado o contribuido a violencia o disturbios relacionados al fútbol.
- Las órdenes de veto pueden abarcar un período de entre tres y diez años y fueron introducidas con el Acta de Ofensas y Disturbios en el Fútbol de 1999.
- A estos individuos también se les puede prohibir el uso de transporte público en los días que se juegan partidos y de visitar potenciales "zonas de conflicto" como centros urbanos, algunos bares y restaurantes.
- La violación de una orden es una ofensa criminal y puede ser castigada con una pena de cárcel máxima de seis meses.
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Los hechos
La violencia se desató cuando los aficionados de Chelsea se encontraban en la capital de Francia para presenciar un partido de Liga de Campeones del club londinense contra el Paris St-Germain, el 17 de febrero.
Tras el encuentro surgió un video en el que se ve al francés Souleyman Syllasacado a empujones del tren y azorado con cánticos de "somos racistas y así es como nos gusta".
El pasajero francés luego tildó el incidente de "humillante".
En una declaración leída fuera del tribunal, Sylla dijo que había sido forzado "violentamente" del tren mientras los aficionados del Chelsea se burlaban de él.
"Me acerqué otra vez al vagón, explicándole a esta persona que quería entrar", comentó.
"Pareció no entender lo que le decía y los otros aficionados detrás de él gritaban y cantaban en inglés. Como no hablo inglés, no entendía lo que decían", continuó.
"Otra persona hizo una señal indicando el color de la piel en su cara", concluyó.
Ex policía
Uno de los implicados, Richard Barklie, un expolicía y director de la organización Foro Mundial de Derechos Humanos, reconoció haber empujado dos veces a Sylla, pero acusó al parisino de ser "agresivo" y de gritar.
Pero el juez dictaminó que Barklie había "comprobado ser una amenaza" y "demostrado agresión y conducta revoltosa".
Resaltó a otro, Joshua Parsons, de jugar un papel importante en el incidente y que manifestó "conducta agresiva y revoltosa como parte de una manada de aficionados de Chelsea".
Después se supo que Parson perdió su empleo en una empresa financiera de Londres como resultado de su participación en el hecho.