"El rendimiento deportivo en el Mundial de Fútbol ha puesto muchas cosas en duda. Por supuesto, me pregunto también qué podría haber hecho mejor en este tiempo", escribió Reinhard Grindel sobre el hecho de que Alemania cayera eliminada en la fase de grupos del torneo en Rusia.
"Admito que la crítica contra mí me ha afectado. Lo lamento aún más por mis compañeros, los numerosos voluntarios y trabajadores de la DFB a los que se ha relacionado con racismo, algo que rechazo firmemente tanto en nombre de la asociación como en el mío propio", afirmó cuatro días después de que Özil acusara a la DFB de racismo.
Fútbol e integración
"Los valores de la DFB son también mis valores. La diversidad, la solidaridad, la lucha contra la discriminación y la integración son valores y convicciones que me importan mucho. Durante mi tiempo en la DFB, he podido experimentar lo que el fútbol puede hacer por la integración", indicó.
Asimismo, Grindel dejó claro que fue precisamente por estos valores por lo que la DFB criticó la fotografía que se tomó el jugador con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Londres, y lamentó que se haya usado este tema para acusarlos de racismo.
"En retrospectiva, como presidente, debería haber dicho inequívocamente lo que es evidente para mí como persona y para todos nosotros como asociación: cualquier forma de ataque racista es insoportable, inaceptable e intolerable. Esto vale para Jerome
Boateng, Mesut Özil y para todos los jugadores con raíces migratorias", agregó.
El jugador del Arsenal anunció el domingo su retiro de la selección alemana en medio de duros reproches y acusaciones de racismo hacia la DFB y el jefe del organismo, Reinhard Grindel, tras la fotografía que se tomó en mayo con el presidente turco. Sus críticas abrieron un acalorado debate en el país europeo sobre xenofobia e integración.