Como "histórica" es considerada la final que, hasta el momento, se sostendrá entre los equipos argentinos de River Plate y Boca Juniors en la Copa Libertadores.
Este miércoles, el equipo xeineze empató a 2 frente al Palmeiras y abrochó su paso a la final del certamen.
Se sumó a su archirrival que, una jornada antes, había accedido, en un encuentro no exento de polémicas, a la misma instancia.
El equipo de la franja sangre venció, en calidad de visita, a Gremio de Porto Alegre por 2-1 y con eso accedió a la gran final.
La definición del certamen continental más importante a nivel de clubes sudamericanos ha suscitado la atención de los medios de comunicación y, por supuesto, de las autoridades correspondientes.
Desde Argentina ya estarían planeando cómo acoger esta definición. Y desde la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) también hicieron lo propio.
A través de la cuenta oficial de Twitter del ente rector del fútbol sudamericano, publicaron una fotografía que promocionaba la inédita definición.
"Boca Juniors y River Plate se enfrentarán en histórica final de Libertadores", escribieron junto a la pieza gráfica.
Sin embargo, un par de horas después publicaron una respuesta que dejó a los hinchas del "millonario" con un montón de dudas.
Y es que el paso de River Plate a la final esta "sujeto a la Unidad Disciplinario respecto al reclamo de Gremio".
Ahora bien, Gremio efectivamente había anunciado que presentaría el reclamo -que ya hizo efectivo- producto de la violación reglamentaria que el técnico de River Plate, Marcelo Gallardo, realizó durante el partido jugado en Brasil.
Y es que "el muñeco", de acuerdo al artículo 76 del reglamento disciplinario de la Conmebol, no podía ingresar al vestuario ni comunicarse con sus asistentes. Cosa que sí ocurrió.
De igual forma, el artículo 56 letra C podría ser tomado por parte de Gremio para señalar que el accionar de Gallardo influyó en el resultado final, por lo que podrían protestar los puntos del partido.
Ahora bien, por un lado, Marcelo Gallardo se expone a una durísima sanción. De hecho, podría quedar inhabilitado de ingresar a los estadios para dirigir las finales o, incluso, se le podría quitar la licencia para dirigir en torneos de la Conmebol.
Por lo pronto, el Tribunal de Disciplina deberá determinar si el DT influyó en el resultado y, de ser así, la final entre River y Boca podría quedar en nada. Sería Gremio el que jugaría dicha instancia.
