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El Tribunal de Disciplina de la Conmebol desestimó este jueves el reclamo de Boca Juniors de que le otorguen el título de la Copa Libertadores de 2018 y ordenó jugar el partido revancha de la final contra River Plate.
El organismo resolvió "no hacer lugar a lo peticionado en la denuncia presentada por Boca Juniors" y ordena "al Departamento de Competiciones de la Conmebol la reprogramación del partido de vuelta", que se disputará el 9 de diciembre en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid, confirmó el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.
Además el citado Tribunal impuso a River Plate "una sanción consistente en jugar sus próximos dos partidos como local en competiciones oficiales organizadas por la Conmebol a puertas cerradas. Esta sanción iniciará su vigencia a partir del año 2019".
A esto se suma "una multa de 400.000 dólares", pues se determinó que River no logró garantizar la seguridad de su equipo rival.