Claudio Bravo se transformó este domingo en el primer chileno en cancha que logró ganar el Mundial de Clubes. Claro, porque Alexis (siendo del Barcelona) alcanzó el trofeo el 2011, pero no jugó. Lo mismo acontenció con el delantero José Luis Sánchez (1994), quien militaba en el Vélez Sarsfield el cual derrotó al Milán, pero en la Copa Intercontinental.
Aquí te relatamos la historia de este campeonato y de su antecesor (Copa Intercontinental) que ha sido mayormente esquivo para los jugadores nacionales.
En 1960 se comenzó a jugar la Copa Intercontinental que consistía en enfrentar cada año al campeón de la Liga de Campeones de la UEFA con el ganador de la Copa Libertadores de América de la Conmebol.
Hasta 1979, eran partidos de ida y vuelta y se definía al ganador simplemente por diferencia de goles. Un año más tarde, se comenzó a jugar en Japón, específicamente en el Estadio Olímpico Nacional de Tokio con un partido único que definía al campeón. Ya en 2002, 2003 y 2004, el recinto que albergó estos partidos fue el Estadio de Yokohama.
Justamente en 2004 fue el último año en que se disputó la Copa Intercontinental, para darle paso al Mundial de Clubes. Si bien en en 2000 este mundial tuvo su edición, no fue hasta en 2005 donde se terminó por consolidar el torneo que reúne a los campeones de cada confederación de fútbol del planeta, a diferencia de la Copa Intercontinental que sólo contemplaba a Europa y Sudamérica.
Chilenos por el título
Colo-Colo ha sido el único equipo chileno que ha disputado esa instancia, al ganar la Copa Libertadores de 1991. Pero además se registran siete participaciones chilenas en estas finales por el título de mejor equipo del mundo, tanto en Copas Intercontinentales como Mundiales de Clubes.
La primera excursión de un compatriota en este tipo de competiciones fue de Fernando Riera, quien en 1962, después de dirigir a la Selección chilena, tercera del mundo, firmó en el Benfica como técnico. El cuadro luso venía de ser campeón europeo y disputaba la Copa Intercontinental ante el Santos. El cuadro portugués perdió por 2-3 en la ida y 5-2 en la vuelta contra el conjunto brasileño.
En 1991, Colo Colo fue el representante de la Conmebol en la Copa Intercontinental. El partido definitorio de esa Copa, el Cacique la jugó con Estrella Roja de Yugoslavia -campeón de Europa ese año- y la perdió por 3-0, con dos anotaciones de Jugovic y una de Pancev.
El cuadro albo salió al terreno de juego del Estadio Nacional de Tokio con la oncena compuesta po Daniel Morón bajo los tres palos; línea de cuatro en el fondo compuesta por Lizardo Garrido, Javier Margas, Miguel Ramírez y Agustín Salvatierra; medioterreno conformado por Gabriel Mendoza, Eduardo Vilches, Marcelo Barticciotto y Jaime Pizarro; dejando en ataque a Patricio Yáñez y Rubén Martínez. El técnico era Mirko Jozic.
Es decir, una alineación casi completa de chilenos, con la excepción de los argentinos Morón y Barticciotto y el técnico croata Jozic.
Tres años más tarde a lo hecho por Colo-Colo en estas cúspides del fútbol internacional, otro chileno dijo presente en la Copa Intercontinental.
El delantero José Luis Sánchez, militaba en el Vélez Sarsfield campeón de la Copa Libertadores de 1994 (ganada en esa sufrida definición a penales ante Sao Paulo por 5-3), que le dio pasajes al club argentino para la Copa Intercontinental.
A pesar de que el campeón Europeo era el poderoso Milan de Italia, la final de esa Copa fue ganada por el cuadro transandino por 2-0 con goles de Trotta y Asad. Si bien el chileno Sánchez no jugó el partido, era parte de ese plantel.
En 1996, un nacional estuvo en cancha disputando la opción de ser campeón del mundo.
Marcelo Salas, junto a River Plate, llegaron a Japón para medir fuerzas con la Juventus de Italia.
El cuadro millonario se había consolidado como Campeón de América. Fue en ese torneo donde, en unas polémicas semifinales, el conjunto argentino se enfrentó ante Universidad de Chile, donde militaba Salas. Tras ese torneo, el delantero chileno partió a River.
Ya en 2011, otro compatriota se sumó a la lista de chilenos disputando el título de mejor cuadro del planeta: Alexis Sánchez con el Barcelona. El cuadro culé levantó la Champions League y eso dio la opción de llegar a Tokio con la idea ser los mejores, esta vez, disputando un Mundial con los campeones de todos los continentes.
El conjunto Blaugrana se instaló la final del Mundial de Clubes, en la cual superó por 4-0 al Santos de Brasil. Alexis no jugó, pero era parte del conjunto campeón dirigido por Josep Guardiola.
Con el triunfo del Barcelona por 3-0 ante River Plate, Claudio Bravo se consolida como el sexto chileno -además de Colo-Colo- que disputó este título. Y se transformó en el primero en ganarlo jugando en cancha.