"Apenas llegué a la cima me quedé colgado en la cuerda y lo único que sentí fueron lágrimas en los ojos", cuenta a la BBC Adam Ondra, uno de los mejores escaladores del mundo.
"Ni siquiera pude gritar", agrega el checo de 24 años, conocido precisamente por emitir rugidos de alegría cada vez que concluye uno de sus duros retos.
Y es que Ondra completó a comienzos de mes en la cueva granítica de Flatenger, Noruega, una escalada 9c, que es clasificada como la "más difícil del mundo".
El ascenso le tomó 20 minutos, pero estuvo intentando hacer el recorrido durante dos años.
"Fuerza especial"
En total, pasó casi 50 días en el lugar, con idas y venidas, para intentar el ascenso.
Su primera visita a la cueva fue a comienzos de 2016 cuando hizo perforaciones en la vía para asegurar la ruta para evitar lastimarse en sus intento de escalarla
"La ruta es de 45 metros, sobresaliendo por encima a 60 grados. Imagínense una pared de 0 grados, completamente vertical, así que 60 grados es casi un techo", cuenta.
Y dada su dificultad, entrenó músculos específicos para poder ejecutar algunos de los más complicados pasos requeridos para sortear la complicada vía.
"Tuve que desarrollar una fuerza especial, o potencia, en mi lado izquierdo, en los abdominales".
20 años escalando
Los padres de Ondra también eran escaladores, así que su pasión comenzó desde muy temprano.
"Tengo 24 años y he estado escalando por lo menos 20 años, casi siempre en España y Noruega".
Así fue subiendo desde las rutas de grado más fácil (1) hasta alcanzar hace cinco años un gran hito en la misma cueva de Flatenger, al lograr lo que entonces fue la primera ascensión 9b+.
Al año siguiente repitió esa marca al conquistar la Dura Dura, una ruta de escalada en Peramola, Cataluña, España, también encadenada por el estadounidense Chris Sharma en 2013.
"Ya había hecho todas las tres rutas 9b+ en el mundo y puse mucho esfuerzo en esta escalada en Noruega", dice Ondra.
"Es el momento de mayor orgullo en mi carrera".
"Tomó tanta dedicación, pero fue una experiencia increíble. Soy la primera persona que intenta esta ruta y le estoy dando el primer grado 9c, algo que nadie ha propuesto".
Y mientras aún celebra su nueva conquista, Ondra contempla muchos otros proyectos, como su participación en Tokio 2020, donde la escalada se estrenará como deporte olímpico.