Descubrir y desarrollar a un futbolista en uno de los principales jugadores del mundo nunca ha sido una tarea fácil ni obra del azar.
Para los clubes se trata de uno de los mayores retos a los que se enfrentan: encontrar una gema en bruto para ser pulida en una estrella del balón, sea para potenciar el nivel competitivo del equipo o en su defecto para ser vendido por una gran cantidad de de dinero.
En ambos casos se trataría de un gran negocio.
En esta privilegiada posición se encuentra actualmente el Tottenham, que se frota las manos al contar con la mayor estrella del fútbol inglés en la actualidad: Harry Kane.
Valorado este año en más de US$200 millones, el delantero llegó como al histórico conjunto de la Liga Premier siendo todavía un adolescente y haber sido rechazado de niño por el entonces equipo de moda y principal rival de los Spurs: Arsenal.
"Era un poco gordinflón y nada atlético. Pero nos equivocamos", confesó este año Liam Brady, quien fuera director de la academia de fútbol del conjunto cañonero.
El problema es que ante la evidencia del momento, tras el meticuloso proceso de selección al que son sometidos las decenas de niños que sueñan con convertirse en la próxima estrella del balón, nada hacia presagiar que Kane evolucionaría en el eficiente delantero que viene batiendo los récords goleadores en Inglaterra.
Sexto sentido
Eso demuestra que ni los más avanzados métodos de recolección de datos son infalibles y que hay ocasiones, como la de Kane, en las que prevalece la intuición humana.
"Uno de los entrenadores me dijo claramente, '¿Quién es el niño gordo?'", recordó Richard Allen, exdirector del departamento de selección de la academia del Tottenham.
"Harry tenía 11 años en ese momento y la verdad es que no hubiera accedido a las pruebas si nosotros nos hubiésemos basado sólo en su físico".
Allen, quien trabajó ocho años con los Spurs y ha pasado por el Queens Park Rangers y la Asociación Inglesa de Fútbol, reconoció que es muy difícil identificar de inmediato el potencial de los jóvenes que tienen los atributos para llegar hasta la élite del fútbol.
"Michael Owen y Wayne Rooney fueron casos evidentes", le dijo Allen a la BBC.
"Pero los jugadores pueden evolucionar de manera diferente y a edades diferentes. La madurez física afecta el rendimiento durante la infancia y la adolescencia, pero tarde o temprano todos se equiparan".
Afortunadamente para Kane tanto Allen como otros entrenadores del Tottenham percibieron algo diferente en él, nada que estuviera basado en números o en un análisis científico.
"Le pegaba bien a la pelota y siempre anotaba goles", explicó Allen, "era bueno técnicamente".
"Pero otro factor que influyó es que su padre era grande, pese a que Harry era relativamente pequeño en ese momento, pensamos que tal vez podía crecer como su papá".
"También era bastante entregado y trabajaba duro, tenía facilidad para captar las cosas y tenía mucha sed por aprender".
Paciencia
Los entrenadores del Tottenham también tomaron en consideración las diferencias marcadas por el año escolar en Inglaterra, que se establece en base al mes de nacimiento de los niños.
Eso hace que que aquellos niños que nacen entre septiembre y diciembre suelen ser escogidos para los equipos de los colegios debido a que tienen más madurez física que aquellos que nacen en entre junio y agosto.
"Harry nació en julio, razón por la que los entrenadores le dieron un margen mayor para demostrar su valor".
Pese a eso hubo que tener mucha paciencia y en el club duraron en varias ocasiones sobre su verdadero potencial tras debutar con los Spurs a los 18 años.
Tras jugar a préstamo con el Leyton Orient, Millwall, Norwich y Leicester City, Kane estuvo cerca de ser vendido luego de una discreta actuación en el mundial juvenil de Turquía en 2013.
Ambición
Al no haber una oferta por el jugador, el cuerpo técnico decidió retenerlo como parte de la plantilla dado el cargado calendario de partidos que se le presentaba al club para la temporada 2013-2014.
Su mayor participación fue en la Liga Europa, pero hacia el final de año logró debutar en la Liga Premier.
"Desde que le dieron esa oportunidad no ha vuelto a ver atrás", resaltó Allen.
"Y para ser justos con él, ha seguido evolucionando como jugador, tanto en su olfato goleador como en su potencia física".
En su primera temporada completa, ya bajo los mandos del técnico argentino Mauricio Pochettino, Kane anotó 21 goles.
Al siguiente año consiguió 25, y la temporada pasada 29.
Este año sumaba 24 cuando una lesión en su tobillo lo apartó de las canchas.
Números que reflejan la importancia de Kane para el buen momento que atraviesa su equipo y que toda Inglaterra espera que pueda emular con su selección en la próxima copa del mundo de Rusia 2018.
Algo que será clave si Inglaterra desea ser protagonista en la cita mundialista que comienza el 14 de junio.