Después de encontrar un par de cojines en una playa, las autoridades británicas ordenaron buscar bajo el agua el avión en el que desapareció el futbolista argentino Emiliano Sala el pasado 21 de enero.
Las autoridades francesas hallaron dos cojines de asientos de avión el lunes cerca de Surtainville, en el norte del país.
Exámenes preliminares sugieren que es probable que pertenezcan a la aeronave perdida.
Sala, de 28 años, y el piloto británico David Ibbotson viajaban de Nantes, Francia, a Cardiff, Reino Unido, cuando se perdió su rastro la semana pasada.
Tras el hallazgo de las almohadillas, la Subdivisión de Investigación de Accidentes Aéreos de Reino Unido (AAIB, por sus siglas en inglés) evaluó detalladamente la trayectoria de vuelo y la última posición de radar conocida.
Luego delimitó un área de búsqueda de cuatro millas náuticas cuadradas.
Debido a las condiciones climáticas, se prevé que la exploración comience al final de la semana y demore hasta tres días, dijo un portavoz de AAIB.
Esta entidad usará un equipo de sonar para localizar los restos en el lecho marino.
El equipo de operaciones marítimas y de salvamento del Ministerio de Defensa de Reino Unido ha pedido un buque de inspección especial para realizar la misma tarea.
El contrato más lucrativo
El vuelo se perdió sobre el Canal de la Mancha poco después de que Sala firmara el contrato más lucrativo de su carrera, con el Cardiff City.
Las autoridades de Guernsey, Francia, suspendieron la búsqueda oficial el jueves 24 de enero por considerar que había pocas posibilidades de que los pasajeros hubieran sobrevivido.
Sin embargo, se recaudaron más de $380.000 para continuar con una búsqueda privada.
"Sabemos que también se está realizando una búsqueda privada en el área", expuso la AAIB en un comunicado.
"Estamos en estrecho contacto con los involucrados para maximizar las probabilidades de ubicar los restos", añadió.
Las fotografías sin verificar de los supuestos almohadones fueron tomadas por una mujer que paseaba por la playa.
"Cuando iba de regreso, vi algo que flotaba y que las olas iban acercando a la orilla", le dijo Josette Bernard al diario francés Le Manche Libre.
"Me di cuenta de que era la parte de atrás de un asiento de avión. No estaba dañado en absoluto. Lo levanté y llamé a la policía".
El científico marino David Mearns, que encabeza la búsqueda privada y es portavoz de la familia Sala, tuiteó que ambos equipos trabajarán juntos de la manera más segura, completa y eficiente posible.