La Milán-San Remo es una de las pruebas emblemáticas del ciclismo mundial.

Disputada por primera vez en 1907, se la conoce como la Classica di Primavera o la Classicissima, y ahora se convertirá este sábado en la primera competición en introducir el VAR, el videoarbitraje.

"Desde el coche de los comisarios no se puede ver todo y las imágenes de video ayudan", le explicó al diario deportivo italiano Gazzetta dello Sport, David Lappartient, presidente de la Unión Ciclista Internacional (UCI).

También se informó que el VAR estará presente en las tres Grandes Vueltas (Giro de Italia, Tour de Francia y Vuelta a España), el Campeonato del Mundo y los cinco Monumentos (Milán-San Remo, Tour de Flandes, París-Roubaix, Lieja-Bastoña-Lieja y el Giro de Lombardía).

Pero, ¿para hacer qué?

Funcionamiento

La Milán-San Remo se extiende por 291 kilómetros por lo que los ciclistas pasan arriba de la bicicleta unas siete horas. Un plazo suficiente para que ocurra de todo entre los competidores.

Hasta ahora las pruebas se controlaban solamente con tres comisarios que iban en motos intentando divisar irregularidades y un jurado que marchaba en coche junto al pelotón.

Pero ahora uno de ellos estará en un camión rodeado de una docena de monitores donde podrá analizar de otra forma lo que acontece sobre la ruta observando las cámaras fijas, las de motocicletas y las de los helicópteros.

"Las decisiones serán más rápidas, no se tomarán cuatro horas para dictaminar", anticipó Lappartient.

"Su cometido será alertar al presidente del jurado, que viaja en carrera, donde hay otros dos árbitros en moto, de cualquier acción que le parezca irregular. Y será el presidente el que decida", explica Martín Sanz, uno de los tres miembros de ese jurado citado por el diario español El País.

El objetivo, dice la Gazzetta, será "encontrar las infracciones en tiempo real e intervenir inmediatamente para asegurar la máxima regularidad de la carrera".

¿Qué necesitan ver?

El encargado de seguir las imágenes deberá juzgar sobre choques sospechosos entre corredores, incidentes como cambios de bicicleta o de ruedas que se presten para la polémica, ciclistas que aparecen en posiciones peculiares tras extrañas recuperaciones, entre otros, explica el diario deportivo español Marca.

En el Tour de Francia 2015, por poner uno de varios ejemplos posibles, al italiano Vincenzo Nibali lo expulsaron luego de que desde la cámara de un helicóptero, y tras horas de deliberación, se viera que se había agarrado a un coche de su equipo durante cientos de metros.

Se espera que ese tipo de incidentes ahora pueda ser resuelto de forma más veloz.

La era del VAR llega al ciclismo, un deporte salpicado en los últimos años por grandes escándalos de dopaje, que ahora espera minimizar el espacio para la polémica.

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