Joe Ligon con 15 años se declaró culpable de dos cargos de asesinato y fue condenado a cadena perpetua en 1953.
Poco antes, este afroestadounidense, se había unido a una pandilla que en la ciudad de Filadelfia protagonizó asaltos y robos en los que se produjeron dos muertes a puñaladas.
Aunque siempre aseguró que él no perpetró aquellos homicidios, pasó 68 años en la cárcel.
Hace unos dias, a la edad de 83 años, salió del centro de detención de Pensilvania (noroeste de EE.UU.), en el que estaba recluido, según informaron la cadena CNN y el diario Philadelphia Inquirer, que lo bautizaron como "el delincuente juvenil más viejo de Estados Unidos".
Infancia difícil
La vida de Ligon también fue dura antes de entrar a prisión.
Creció en una granja en Alabama y, cuando llegó a Filadelfia, todavía tenía muchas dificultades para leer.
En aquel entonces, los niveles de pobreza, desempleo y racismo eran altos. En esas circunstancias, el joven decidió abandonar el sistema educativo.
La pandilla a la que se unió estaba compuesta por adolescentes con similares condiciones socioeconómicas.
Su arresto se produjo en 1953 y la condena a cadena perpetua le fue impuesta ese mismo año.
68 años
El reportaje del Philadelphia Inquirer incluye algunos detalles del tiempo que Ligon pasó en la cárcel.
Durante sus casi siete décadas engre rejas, fue mejorando sus habilidades en la limpieza.
Terminó de aprender a leer y escribir, además de entrenar como boxeador.
Diferentes abogados le sugirieron que solicitara la libertad condicional, pero se negó a hacerlo una y otra vez.
En 2012, la Corte Suprema de EE.UU. dictaminó que no se podían dar penas de cadena perpetua a menores de edad, una decisión que se acabó aplicando de manera retroactiva.
Tanto Ligon como otros en su misma situación recibieron la oferta de beneficiarse de la libertad condicional de por vida, algo que él rechazó.
El hombre de 83 años, en cambio, logró que su condena fuera considerada cumplida tras una larga batalla legal en la que recibió la ayuda de un letrado de la Asociación de Abogados Defensores de Filadelfia, una organización sin fines de lucro que trabaja para modificar el sistema de justicia juvenil.
Y cuando Ligon alcanzó la libertad y dejó de ser "el delincuente juvenil más viejo de Estados Unidos", lo primero que lo sorprendió fue el tamaño de los edificios.
"Todo esto no existía, es nuevo para mí", afirmó.