Por Constanza Santa María

El fundador de la compañía tecnológica Sonda, Andrés Navarro, confirmó a T13 su candidatura a la presidencia de la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa). De este modo el empresario competirá con el actual presidente, Hermann von Mühlenbrock, quien busca ir por un segundo período.

En ese contexto, T13 conversó con el empresario para saber cuáles son sus ideas y cómo va a afrontar esta campaña para ganar el puesto en la presidencia. Comentó que uno de sus principales desafíos será recomponer la imagen del empresariado.

¿Es usted hoy candidato a la presidencia de la Sofofa?

A partir de hoy, he tomado la decisión de presentarme como candidato a la presidencia de la Sofofa.

¿Con qué apoyo cuenta para esto? Considerando que usted dijo en una entrevista que estaba viendo si tenía el apoyo. Necesita el 50+1 de los consejeros.

Ese es el objetivo. El apoyo con el que cuento en este momento, si bien es importante, no llega a una mayoría. Pero por eso vamos y voy a trabajar este mes y el próximo en esta candidatura que pienso le hace bien a la Sofofa. Yo creo que el hecho de que ya se haya corrido el rumor de que yo iba a ir de candidato ha generado elementos nuevos, una actitud nueva, y me parece que es muy positivo. La competencia es sana.

¿Qué perfil tienen los que lo apoyan, son los más jóvenes, son los más liberales de los empresarios?

No. Inicialmente los que vinieron a verme para plantearme esto fueron los más jóvenes, pero naturalmente yo no iba a proponer esta candidatura si no sintiera que tengo apoyo también de los directores senior. Y es lo que he estado haciendo este tiempo, conversando con muchos consejeros que son antiguos de la Sofofa. Voy a armar un equipo equilibrado, con mucha experiencia y también con algo de juventud.

¿Su candidatura es la más progresista?

Yo no me defino como un progresista, sino más bien pretendo innovar, pero el progresismo tiene una connotación diferente que va más allá de la innovación. Yo quiero hacer un esfuerzo de innovación en la Sofofa. Quiero que la Sofofa no solamente abra las puertas a empresarios que están viendo una realidad nueva, empresas que no son parecidas a las tradicionales que han innovado también en su gobernabilidad, que han gobernado su relación con el medio. Quiero introducir, no por una cuestión de edad, sino que por una cuestión de actitud a un grupo innovador.

Además de abrir las puertas, queremos abrir las ventanas, que entre luz y aire. Las puertas principalmente para que entren muchos empresarios que no han participado últimamente.

¿Por qué es necesario qué entre aire fresco y luz? ¿Qué le pasó a la Sofofa?

Lo que pasó es que Chile cambió. Este país ha cambiado y la percepción de la gente ha cambiado. Creo que la Sofofa tiene que ponerse al día y tomar en cuenta que estamos en una realidad nueva y diferente que no le había tocado enfrentar antes.

¿Cuál es su gran diferencia con el actual presidente? Se deduce en sus palabras que él no se ha modernizado, que quedó en el pasado.

Yo no estoy haciendo ninguna acusación. Simplemente, pienso que a la Sofofa le viene bien que haya una competencia y un debate de ideas, de posturas y de estilos. Segundo, yo creo que el país y la sociedad están cambiando, le hace bien a la Sofofa que se incorpore gente que está abierta a los nuevos vientos.

¿Hermann von Mühlenbrock no sirve para esos cambios necesarios para la Sofofa?

Eso lo tendrá que determinar el consejo. Yo quiero plantear una alternativa para que decidan quien lo puede hacer mejor.

La tradición de la Sofofa es que el presidente actual sea reelecto o de lo contrario que haya una lista única. De hecho, a usted le ofrecieron ser parte de esa lista única como vicepresidente, ¿por qué no lo aceptó?

Porque justamente la idea es plantear esta innovación. Que no nos quedemos en esa tradición, sino que haya una innovación. Además que yo estoy siempre apurado, entonces no quiero esperar dos años más.

“No pediré perdón por nadie"

Usted llegaría a presidir la Sofofa en un momento muy complicado para el empresariado, ¿Deben los empresarios pedir perdón por casos como Penta, Cascadas, Pollos, Farmacias?

No. Para mí el perdón es una cuestión individual y personal. Uno no pide perdón por los demás. Si cometió una falta tiene que arrepentirse y pedir perdón si es que está arrepentido. Yo no estoy arrepentido de ser empresario. Conozco muchos empresarios que han actuado bien, y no me siento calificado para pedir perdón por nadie. 

¿Debería haber una autocrítica más severa por parte de los empresarios, o una voz más crítica por parte de los líderes de los empresarios, a casos como estos que ya no parecen ser excepcionales?

No. Yo creo que los que han cometido faltas deben ser sancionados y eso en las instancias que correspondan y, por supuesto, que aquellas sanciones todos las vamos a recibir como corresponde. No me interesa empezar a criticar a nadie, sino que mostrar al país y a los ciudadanos que los empresarios son necesarios. Hay muchos empresarios que trabajan bien, honestamente, y que el hecho de que el empresariado esté pasando por un mal momento no es bueno para este país, ni para este año, ni para el próximo.

¿No sería sano partir por hacer una fuerte crítica a quiénes se han comportado mal dentro del empresariado?

Bueno, si salgo elegido será el 27 de abril y será un poco tarde para eso. No estoy en la parada de entrar como criticón, estoy en la actitud de mostrarle a mucha gente que los empresarios son gente, en general, normal, honesta, que pueden cometer algunos errores. Pero son muy necesarios para el desarrollo y la prosperidad de este país.

Una de las críticas que, en general, se hace a los empresarios es que como todos se conocen y todos son amigos, nunca hay una voz muy crítica al que comete una falta o incluso un delito.

No son todos tan conocidos y tan amigos. Solamente los socios de la Sofofa son 2.500. Yo no siento que yo sea parte, ni muchos de mis amigos empresarios, sean parte de una defensa colectiva de las faltas que han cometido algunos. De lo que sí soy partidario es que los empresarios mostremos al país que también hacemos muchas cosas buenas.

¿Cuál es su evaluación sobre cómo ha reaccionado la Sofofa ante estos casos?¿Ha sido una postura suave, tibia?

Yo creo que ha sido neutra. No ha sido ni castigadora, ni tampoco excusadora.

¿Si usted fuera electo, sería más duro?

Yo digo que cuando se comete una falta debe ser castigada.

¿Eso lo ha hecho la Sofofa?

Yo creo que últimamente ha sido mucho más clara en ese discurso. 

¿Llegó tarde a tener ese discurso más claro? 

Bueno, todos han llegado tarde. En otros casos que afectan al gobierno también las respuestas han llegado tarde.

Para que quede claro, si usted es electo el próximo 27 de abril como presidente de la Sofofa. ¿Haría una crítica o un desmarque de los empresarios que hoy están sometidos a juicio?

Las faltas que han cometido las considero graves. Yo no soy el juez, son ellos quienes deben aplicar las sanciones que correspondan. Yo no me voy a dedicar a eso.

A Carlos Alberto Délano: Sólo le he manifestado mis condolencias

Sobre el caso Penta, usted es amigo personal de Carlos Alberto Délano. Él, en su defensa en este caso, ha dicho que lo que se cometieron aquí son errores involuntarios, pero no delitos. ¿Usted comparte eso?

No, no lo comparto. Son delitos tributarios.

¿Qué tan grave le parece?

Muy graves, gravísimos. Porque son delitos tributarios que han sido cometidos intencionalmente. 

¿Usted ha hablado con su amigo Délano?¿Se lo ha dicho así?

Sí, pero solamente le he manifestado mis condolencias.

Muchos dicen que esta práctica de las boletas ideológicamente falsas es algo que todos hacen. El uso de boletas entregadas a la cuñada, al hermano, al hijo, por trabajos que no se han hecho para poder sacar platas y bajar la cantidad de impuestos que se paga. ¿Es efectivamente una práctica generalizada?

Yo lo miro desde el otro lado, desde el año 1990 que se reinstauró la democracia, yo no conozco a ningún candidato a diputado o senador o alcalde que no haya recurrido a algún amigo empresario para pedirle su apoyo económico. No conozco a nadie. Entonces ha sido generalizado en la clase política  el buscar financiamiento para sus campañas en las empresas y también en las personas.

Una de las cosas que se ha dicho a partir del caso Penta, es que el uso de boletas que se pagan a parientes para poder sacar platas de sociedades y no pagar menos impuestos por ello ¿es una práctica generalizada en los empresarios?

Yo siempre he sostenido, que ninguna sociedad anónima, nadie, ni siquiera el directorio, tiene facultades para regalar todo o parte del patrimonio. Nadie tiene facultades para hacer eso, ya sea por boletas, sea por lo que sea. Los casos que yo conocí nunca fueron por boletas, normalmente hubo algunas empresas que le financiaron la imprenta o alguna cosa. 

Yo personalmente nunca he sido partidario que las sociedades anónimas financien a la política. 

¿Deben las empresas financiar las campañas políticas de candidatos?

No, a mi no me gusta eso, creo que el financiamiento de la política debe tener una parte estatal, así está estipulado por la ley, y el resto deben ser las personas.

¿Usted cómo lo ha hecho cuándo ha financiado campañas?

Yo siempre las financié con dinero mío.

¿Nunca de sus empresas?

O sea, perdón, nunca una sociedad anónima donde tengo socios. Cuando lo hice en el pasado, por empresa, la empresa siempre era 100% mía.

Yo no soy partidario de que las empresas participen en la política.

¿Cuándo usted ha financiado candidatos, de qué partido han sido, demócrata cristianos?, ¿podemos saber?

Hay uno muy público y usted lo conoce mejor que nadie, es un presidente antiguo, Ricardo Lagos. Así que no ha sido tan oculto.

En el caso del financiamiento, ¿Sebastián Piñera no recibió plata suya?

Sólo apoyo y amistad. 

El financiamiento de las campañas se hace de forma reservada pero todos saben quién financia, ¿finalmente el aporte reservado es mentira?

No es que sea mentira, pero sería muy raro que alguien haga un aporte reservado sin que alguien le haya ido a pedir. 

En el caso suyo por ejemplo, ¿Ricardo Lagos o alguien en su representación le fue a pedir?

No existía la ley en esa época. Por supuesto me fueron a pedir y me dijeron cuanto era. 

Entonces ¿Ricardo Lagos sabía por quién estaba siendo financiado?

No, eso yo no lo sé. Yo si sabía que alguien que lo representaba en su comando, lo sabía.

¿Se debe modificar la ley de financiamiento de la política?

Sí, por supuesto.

¿Hay que eliminar los aportes de las empresas?

Yo soy partidario de que las empresas no participen directamente en los financiamientos de campaña. Creo que a través de los accionistas, cada uno individualmente.

Caso Caval

Lo llevo al caso Caval, donde queda como evidencia que en este país si uno tiene contactos, tiene la mitad del camino avanzado, lo que algunos llaman la desigualdad propia de Chile. ¿qué es lo que le parece más grave de ese caso?

Obviamente que hay una falta aquí y creo que ha sido una cuestión muy incómoda para la Presidenta y para el gobierno, pero tampoco hay que ser tan hipócrita. Yo fui presidente muchos años de una empresa, me piden entrevistas muchas personas y uno tiene que elegir a quienes le puede dar y a quienes no. Es parte del proceso de decisión tiene que ver con la deferencia a ciertas personas que tienen cierta relevancia. Yo creo que al hijo de la Presidenta le hubiese dado la entrevista.

Hoy día, por supuesto mirando para atrás, no lo haría. Pero yo si hubiese estado en el caso posiblemente me hubiese pasado a mí. 

¿En el fondo lo que usted dice es que nos estamos escandalizando por algo que es mucho más normal?

Justamente, en el caso de un gobierno y una Presidenta que está predicando todo lo contrario, entonces es el contraste lo que llama la atención.

Por ejemplo en su caso que es amigo personal de Sebastián Piñera, ¿cómo manejó su relación con él siendo empresario?

Yo no participé en el gobierno de Piñera, ni en el primer piso ni en el segundo piso ni en el tercer piso. Yo no participé ni influí en el gobierno de Piñera.

Relación con el Gobierno

¿Si fuera presidente de la Sofofa cómo sería la relación con el gobierno?

Trataría de establecer una, ya que la actividad gremial al final tiene una frontera con lo político, sobre todo por las políticas públicas que son importantes. En consecuencia hay que mantener una relación ojalá cercana y cordial con el gobierno, donde cada uno pueda manifestar sus puntos de vista con franqueza, con respeto pero con fuerza.

¿Cómo cree que ha sido la relación o la forma en que lo ha enfrentado la Sofofa? Porque lo que se ve en rigor es que el punto de vista de la Sofofa si bien ha sido planteado, no ha sido tomado en cuenta en las reformas que se han llevado a cabo.

Yo creo que ha sido poco exitoso el desempeño de la Sofofa sobre todo en el tema de la reforma tributaria. 

Si usted es presidente de la Sofofa le va a tocar enfrentar la reforma laboral que tiene como foco potenciar a los sindicatos ¿usted está de acuerdo en ese foco, le parece importante que los sindicatos tengan más poder del que actualmente tienen en las empresas?

Bueno, siempre me gusta pensar que en una negociación la cancha está nivelada y las fuerzas son más o menos equivalentes. En ese sentido los sindicatos que representan a la empresa en esas negociaciones, yo creo que hoy día hay un rayado de cancha bastante razonable, no sé exactamente cómo va a quedar eso o cómo viene, pero si me preocupa que el tema central en este rayado de cancha tiene que apuntar a que ambas partes estén preocupadas y les interese aumentar la productividad. No veo ningún énfasis en lo que he leído hasta ahora en la reforma laboral. 

¿Qué es lo que debería incluir esa reforma laboral sí o sí? Desde una mirada empresarial.

Hay muchos mecanismos para que a las dos partes les interese mejorar la productividad.

¿Cuál sería su propuesta como presidente de la Sofofa?

No tengo una propuesta preparada. Le digo en una semana o diez días más, estamos trabajando en ello. No quiero ser parcial, pero vamos a tener algo mucho más afinado.

¿Pero su foco va a ser la productividad por sobre el refuerzo de los sindicatos o se pueden combinar las dos cosas?

No, la productividad. El refuerzo de los sindicatos no es un objetivo mío.

¿Usted cree que está bien el nivel de poder que tienen actualmente los empresarios frente a ustedes?

Yo creo que está bien y me parece razonable que los representantes de los sindicatos piense que no y que traten que sea más. Yo, naturalmente, pienso que está bien.

2014 terminó como un año con un crecimiento económico de menos de un 2% y el 2015 las apuestas van entre el 2,5 y 2,8. ¿Cuál va a ser su propuesta para convertir ese número en un 3%?

Mi propuesta siempre tiene que ver con mejorar los niveles de inversión. La inversión está muy relacionada a la confianza. Mi misión, si salgo elegido como presidente de la sofofa, será generar confianza en los empresarios y relaciones de confianza entre los empresarios y los demás estamentos políticos y sindicales. 

Confianza que hoy está deteriorada de ambos lados. ¿Qué va a hacer para recuperar esa confianza?

La base de la construcción de confianza esta en el dialogo, en la compresión del argumento de la contra parte. Pero es muy importante recuperar las confianzas de los inversionistas chilenos.

En las reglas del juego mucho se ha dicho que el cambio en las reglas del juego, cuando se habla de grandes reformas estructurales hace que caiga la confianza del empresariado. ¿A usted le asusta esto de tanta reforma estructural? 

No me gusta hacer todos los cambios simultáneamente. Yo soy mucho más reformador que revolucionario. Esto de hacer todo un big bang, no me gusta. Me gusta ir paso a paso.

Se podría decir que es un conservador.

Tengo algo de conservador, lamentablemente. No soy tan revolucionario, no me gusta hacer todos los cambios simultáneamente, porque he trabajado muchos años en construir sistemas complejos y sé lo difícil que es.

Pero los empresarios en general, nunca le gustan los cambios.

No, no crea. Yo me desarrollé como empresario gracias a las oportunidades que me dieron los cambios y las cosas nuevas. Las reglas del juego en los 70 cambiaban todos los días. Era salvaje. Aparecía un ministro que hablaba por la televisión con las nuevas medidas que eran unos cambios increíbles. La característica del buen empresario es saber que tu vives en un mundo cambiante y saberte adaptar al cambio y saber tomar ventajas de ese cambio.

¿Qué reforma le asusta?

Ninguna, no soy un hombre de susto ni de miedo. Pero sí soy combativo, cuando una reforma no me gusta también estoy dispuesto a dar mi punto de vista con fuerza. 

¿Y cuál reforma no le gusta?

La que me tocará discutir, si salgo elegido, será la reforma laboral. Espero que todavía haya tiempo de hacerlo y voy a dar la pelea.

¿Tiene algún eslogan?¿Cuál va a ser la idea fuerza de su candidatura?

Me interesa, en términos metafóricos, abrir las puertas y las ventanas de la Sofofa. Que entre gente nueva, que entre aire nuevo y que entre mucha luz para que haya transparencia.

¿Tiene votos?

Yo creo que los voy a conseguir.

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