La artrosis es una enfermedad que comienza de forma silenciosa y luego se transforma en una dolorosa y terrible realidad. Básicamente ataca las articulaciones y produce el desgaste del cartílago y puede ocasionar incapacidad funcional.
Pero existe un tratamiento a través de células madres, que actualmente se desarrolla en BiosCell, que ha permitido beneficiar a pacientes que sufren este mal.
Este es el único banco del país donde se obtienen estas células desde el tejido adiposo, pulpal dental, médula ósea y cordón umbilical, lo cual permite que se atiendan personas de todas las edades.
Luego de 3 a 4 semanas, el material orgánico obtenido se encuentra en condiciones para ser utilizado y tratar al paciente. Esta infusión de células madres puede realizarse después de una cirugía por lesión al cartílago o simplemente en reemplazo a una operación, en el caso de artrosis moderada.
La técnica ha permitido la atenuación del dolor de los pacientes, retardo el progreso de la enfermedad e incluso hace posible la regeneración, cubriendo áreas donde el cartílago no existía.
Las ventajas
“Usar células madres aumenta la esperanza de vida y con ello, las enfermedades relacionadas con la edad, como la artrosis. Los beneficios son tangibles, ya que se requiere menor tiempo de recuperación y no se costean largas estadías en clínicas, ya que muchos procesos son ambulatorios”, aclara IIse Müller, directora técnica de BiosCell.
Los registros revelan que desde hace dos años, este tratamiento ha beneficiado cerca del 20 al 30% de las personas que han almacenado sus células y que han padecido de lesiones únicas de cartílago o artrosis moderada a la rodilla y a la cadera llegando a una efectividad superior al 90% en todos los casos.
De todas formas, la especialista advierte que se debe restringir a la compatibilidad entre familiares cercanos y no se pueden donar a personas que no están relacionadas sanguíneamente.
¿Quiénes se han beneficiado?
Actualmente las células madre se utilizan para procedimientos estéticos, traumatológicos, inflamatorios, entre otros, pero existen muchos estudios clínicos que proyectan que en algunos años podríamos contar con terapias o tratamientos para enfermedades como la diabetes tipo 1, insuficiencia renal, entre otras patologías.
Sumado a esto, deportistas también se pueden beneficiar de estas terapias, ya que el alto desgaste que genera la actividad física puede generar lesiones crónicas que merman la calidad de vida e impiden seguir realizando la actividad.