Hoy fue presentada la propuesta del Metro de Santiago para reubicar los trabajos de construcción de la Línea 3 y se aseguró que estos no forzarán el cierre de la Plaza de Armas ni intervendrán en la Catedral.

Según describió la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, el nuevo pique se desplazará unos metros al norte de la ciudad de tal forma de "evitar que este sector restaurado (la plaza y la Catedral) sea intervenido por cuatro años como estaba previsto originalmente".

Se ha dado un paso y una señal muy importante de cómo hacer ciudad
Claudio Orrego

Rodrigo Azócar, presidente de Metro, valoró el acuerdo alcanzado y destacó el nuevo plan como "una solución muy poco invasiva que creemos que cumple con la condición de lo que nos pidió la alcaldesa y el intendente”.

El presidente del transporte subterráneo añadió que el desplazamiento de las obras "no altera sustancialmente los presupuestos" y añadió que el único costo que "lo único que podría ocurrir es que tengamos que inaugurar la línea 3 y la combinación se tenga que hacer 3 o 5 meses después".

El Intendente Claudio Orrego, por su parte, señaló que "se ha dado un paso y una señal muy importante de cómo hacer ciudad".

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