Hace casi tres años, un terremoto y el tsunami golpearon toda la costa noreste de Japón y generó un colapso en la planta nuclear de Fukushima. La escasez de personal y los riesgos de trabajar en la zona ha retrasado las labores de limpieza.

Esto ha abierto el apetito a grupos mafiosos e inescrupulosos. Según cuenta Reuters, los ojos están puestos en Obayashi, un gigante de la construcción y una de los 20 contratistas que participan en la remoción de radiación, financiado por el gobierno nipón. A pesar que la policía ha detenido a algunos mendigos subcontratados por Obayashi, la empresa no ha sido acusada de ningún delito.

Incluso, la investigación de Reuters indica que los tres grandes sindicatos criminales de Japón -Yamaguchi; Gumi, Sumiyoshi - Kai y Inagawa- Kai - habían establecido agencias de contratación en el mercado negro bajo el paraguas de Obayashi.

El portavoz de la empresa ha afirmado que están trabajando para evitar que las bandas mafiosas se infiltren en los procesos de contratación de la compañía. Los mendigos (quienes incluso reciben menos del salario mínimo) ni si quiera cuentan con las medidas de seguridad necesarias para trabajar en la zona.
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