Las granadas llegan de China o Bulgaria. Los morteros son sudaneses. Los lanzacohetes fueron fabricados en Irán. Las balas en Reino Unido, Bélgica o República Checa. España y Camerún proveen de cartuchos de escopeta. Y la lista sigue.

Un estudio detallado de las armas que circulan hoy en República Centroafricana ofrece datos interesantes sobre la industria armamentística global y sobre cómo sus productos terminan en manos de los rebeldes.

"Las granadas de mano 82-2 son el material militar más extendido en República Centroafricana".
 Investigación de Armamento de Conflictos de Reino Unido

La investigación sugiere además que el impacto del comercio de armas puede ser duradero y devastador. Por ejemplo, cuando Seleka -alianza de varias milicias rebeldes de base musulmana- se hizo con las armas estalló una guerra civil que obligó a cientos de miles de civiles a desplazarse. Este grupo derrocó al gobierno de República Centroafricana en 2013 y su líder, Michel Djotodia, se erigió presidente hasta que renunció al cargo en enero de 2014.

"Pequeñas y fáciles de ocultar"

"Las granadas de mano 82-2 son el material militar más extendido en República Centroafricana", dice el estudio sobre armas llevado a cabo por el Grupo de Investigación de Armamento en Conflictos de Reino Unido para la Unión Europea.

"Son tan comunes que, según informes, se pueden comprar por el equivalente de U$0,50 o US$1 cada una, por menos de lo que cuesta una Coca Cola", especifica la investigación. "Pequeñas y fáciles de esconder, han tenido un impacto significativo en la seguridad, causando lesiones y muerte a civiles en Bangui y otros lugares a lo largo de 2014".

Los investigadores se encontraron con un lote de más de 25.000 granadas del tipo 82-2 en una remesa de 2006. Fueron fabricadas en China y, de acuerdo al paquete, su destino era el "Cuartel General del Real Ejército de Nepal", aunque éste inisiste en que nunca ha usado granadas de ese tipo.

Saqueo y contrabando

Otras armas circulan por el país tras saqueos en los arsenales del gobierno. Algunas fueron introducidas de contrabando, por mercenarios extranjeros, a través de la porosa frontera, pero muchas parecen haber llegado desde países vecinos, en especial Sudán, por aire.

"En 2013 llegaron al menos dos envíos de armas por aire de Sudán a Bangui", dice el informe. "La munición china y supuestamente iraní presente en República Centroafricana parece haber sido transferida desde Sudán. En el caso de China, esto podría suponer la violación del acuerdo sobre el consumidor final entre Pekín y Khartoum".

"Independientemente de la procedencia de las armas, el resultado final es claro: Seleka, con su ocupación del poder ayudó a inundar un país ya sobrecargado de armas. Cometieron abusos de derechos humanos serios, incluyendo el asesinato de mujeres y niños", dice al respecto Lewis Mudge, de Human Rights Watch.

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