Una ley no escrita del país asiático impide desde 1979 a las mujeres ver los partidos de fútbol desde las gradas de un estadio.
¿La razón?
Porque, según las autoridades iraníes, estarían expuestas a los insultos, improperios y blasfemias de los hinchas varones.
Pero estas mujeres desafiaron este precepto al asistir al último partido de su equipo, el Persépolis de Teherán, disfrazadas de hombre, con barbas y pelucas postizas.
Una vez adentro del estadio, grabaron su hazaña y colgaron los videos en las redes sociales, convirtiéndolos en virales.
Hasta hace pocos meses, Arabia Saudita e Irán eran los únicos países del mundo a prohibir el ingreso de las mujeres al estadio.
Pero, despúes de la reforma del príncipe saudí Mohammed bin Salman que permite ahora a las mujeres ingresar a grandes eventos deportivos, el país persa se ha quedado solo.
Una postura discriminatoria que, además, infringe el artículo 3 del reglamento de la FIFA.