Sólo se conocían bien otras dos especies de dragones marinos: el rojo, filmado por primera vez, es la tercera.
Los biólogos sabían de su existencia por algunos restos que han llegado hasta la playa, pero no estaban seguros de que fuera una especie distinta.
El elusivo animal habita en una zona más profunda que sus parientes, a más de 50 metros de profundidad. Por eso hizo falta un sumergible equipado con cámaras remotas para llegar hasta él.
Ahora, gracias a las imágenes que pudieron obtener en el archipiélagoRecherche en Australia, pueden confirmarlo: el dragón rojo no tiene los apéndices en forma de hoja que caracterizan al dragón marino común y al foliáceo.
Imágenes cortesía del Instituto de Oceanografía Scripps y de la Universidad de California, San Diego.