En todos los casos, la advertencia de "No tocar" debe ser respetada.
Una pareja de adultos se encontraba en una exhibición del Museo Nacional del Reloj en Pennsylvania, Estados Unidos, y se le ocurrió la brillante idea de no solo fotografiar uno de ellos, sino que tocarlo.
El reloj en cuestión comenzó a moverse y, al no poder detenerlo, este terminó cayendo al piso.
El objeto se rompió en varias partes, por lo que la administración del museo publicó: "Es por ello que rogamos y suplicamos a nuestros visitantes que por favor se abstengan de tocar objetos en los museos".
Eso sí, también comentaron que situaciones como estas sirven para aprender y el reloj podrá ser reparado y estará de regreso en la exhibición en un par de meses.
A comienzos de esta semana, además, se conoció la noticia que un niño botó una escultura de Lego de US$ 15.000, a los pocos minutos de que abriera la exhibición.