Estudiantes holandeses construyeron lo que han descrito como "el primer automóvil del mundo estructuralmente biodegradable". “Lina” fue diseñado y construido por TU / Ecomotive, un equipo estudiantil de la Universidad Tecnológica de Eindhoven.
El chasis del auto eléctrico de cuatro asientos utiliza una combinación de bio-compuesto y bio-plástico. Su material principal es una estructura de panal de abeja bio-plástica hecha de una resina ciento por ciento biodegradable derivada de la remolacha azucarera. El panal PLA está cubierto por hojas de biocompuesto hechas de lino.
"La estructura de nido de abeja del material suma fuerza y ahorra peso. Todas las partes estructurales del auto están hechas de este material", explicó Yanic van Riel, miembro del equipo.
"Todo el cuerpo es biocompuesto y toda la parte estructural del automóvil está hecho partir de materiales basados en la biomasa. Sólo las ruedas y los sistemas de suspensión no son todavía de materiales basados en la bio", añadió.
El biocompuesto tiene una relación de resistencia-peso similar a la fibra de vidrio, permitiendo que el coche sea ligero. "El coche pesa sólo 310 kilos, lo que es realmente liviano para un auto", dijo Noud van de Gevel, otro miembro del equipo.
"Es por eso que sólo necesitamos 30 kilogramos de baterías para conducir alrededor de 100 kilómetros, lo que es aproximadamente cuatro veces más eficiente que un BMW i3 en condiciones reales de conducción en ciudad". “Lina” es movido por paquetes de baterías modulares, con una potencia total de 8 kilovatios (kW).
Con una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora, el vehículo será testeado en las carreteras públicas a finales de este año y, suponiendo que se someta a una inspección de la Autoridad de Vehículos de los Países Bajos (RDW), podría obtener un número de patente oficial en el país.