Cuando a un pez se le dificulta nadar por cuestiones de salud, es casi imposible que pueda sobrevivir, ya que no puede alimentarse correctamente.
Cuando este hombre descubrió que su pez tenía problemas para nadar, construyó una especia de silla de ruedas con un corcho y un pedazo de gasa que ayudó al pequeño pez a mantenerse a flote y estar estable bajo el agua.
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