Hace tres años, esta mamá decidió donar los órganos de su pequeño y ahora se juntó con la familia de la niña a la que le salvó la vida.
Con solo siete meses de vida, Lukas Clark murió repentinamente mientras, al otro lado del país, Jordan Drake de 18 meses luchaba por su vida, debido a un defecto congénito en su corazón.
La única manera de salvarse era con un trasplante.
Y los padres del pequeño Lukas decidieron donar los órganos de su hijo.
Tres años después de eso, la madre de Lukas se reunió con Jordan y su familia, volviendo a escuchar el latido de su corazón, en un emocionante encuentro.
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