Bill Conner no pudo contener la emoción cuando escuchó el latido del corazón de su hija Abbey en el pecho de un desconocido.
Había pedaleado cientos de kilómetros desde su casa en Wisconsin hasta Baton Rouge, en Luisiana.
Y le había puesto un estetoscopio en el pecho a Loumonth Jack.
"Saber que está vivo gracias a (mi hija) Abbey, está viva dentro suyo - es su corazón lo que lo mantiene en pie", le dijo Conner a la cadena CBS News.
"Me siento feliz por él y su familia, y al mismo tiempo me encontré con mi hija".
Abbey y su hermano fueron hallados inconscientes en una piscina durante unas vacaciones en Cancún, México.
El joven sobrevivió, pero Abbey no, y sus órganos fueron donados.
Según su padre, la joven había decidido que quería ser donante con solo 16 años.
Conner inició un viaje de más de 4,000km para crear conciencia sobre la donación de órganos.
A mitad de camino se presentó la oportunidad de conocer a Loumonth Jack, la persona a quien su hija le salvó la vida.