Cansada de no tener un trabajo estable, menos en la profesión que ella estudió, una actriz decidió armar su propio negocio. Lo hizo con algo que no estaba de moda: estampar poleras blancas con figuras públicas o personajes del cine y televisión a modo de homenaje. Su emprendimiento rápidamente se convirtió en un éxito y hoy todos quieren usar una de sus poleras, incluso los que aparecen en ellas.
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