El 18 de abril pasado, la Fuerza Aérea de Estados Unidos publicó imágenes de "Maglev", un prototipo experimental de un tren que avanza sobre rieles magnéticos y que puede superar los 1.000 kilómetros por hora, lo que significa un nuevo récord para este tipo de vehículos.
"Hemos logrado la prueba más rápida hecha con un Maglev de la historia", señaló Shawn Morgenstern, teniente coronel y comandante del escuadrón quién además aseguró que "Alcanzamos los 1.018 kilómetros por hora".
Según cuenta Europa Press, esto es posible gracias a un moderno sistema de levitación a base de magnetismo. Este sistema, tiene como principal ventaja la no fricción entre el tren y los rieles, por lo que su energía propulsora sólo se enfrenta al roce del aire.
El sistema usa imanes que actuen como superconductores, por lo que deben estar a temperaturas extremadamente bajas. Sin ir más lejos, para la prueba los imanes fueron enfriados hasta llegar a la temperatura más baja posible en la naturaleza, -269º C.
Las pruebas tienen como objetivo hacer el Maglev más estable para que pueda montar todo tipo de cargas, todo esto con fines militares. Sin embargo, también es posible que el Maglev sea utilizado como transporte espacial.
"Maglev" está montado sobre la Holloman High Speed Test Track (HHSTT), un moderno sistema de rieles que permite que el ferrocarril levite a lo largo de los 640 metros del campo de pruebas.
Si bien aún no se descarta su uso comercial en un futuro, actualmente el prototipo está siendo desarrollado para fines armamentísticos, por lo que lo más probable es que falte algún tiempo antes de que las personas puedan vivir la experiencia de subir a un tren que viaje a más de mil kilómetros por hora.