En 2015, Fernanda y Rocío, dos hermanas, salieron a escondidas desde su casa a una fiesta. Tras registrarse una pelea fuera de dicho domicilio, Fernanda fue víctima de un disparo, el cual impactó en su cabeza. Los médicos le señalaron a su familia que quedaría en estado vegetal. Sin embargo, tras años de rehabilitación y superación, recuperó la movilidad y el habla. Hoy es estudiante.
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