En los últimos años se ha producido el fin de varias fundaciones y también el cierre de varios hogares de ancianos de nuestro país. Todo esto sucede en momentos que, paradójicamente, la población chilena de tercera y cuarta edad crece a pasos agigantados. Algunos hablan de falta de políticas públicas, otros de voluntad. ¿Quién se preocupa de los ancianos chilenos?
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