Estamos de acuerdo que las cosas ya no son como antes. Esta frase también aplica en las playas a las que solíamos ir en el Litoral Central: El Quisco, El Tabo, Las Cruces y varias más. Están siendo foco de hechos delictuales y de una violencia nunca vista. Viajamos a estos lugares y constatamos cómo en algunos balnearios son incluso los propios vecinos los que deben salir a "patrullar". ¿Qué está pasando en el Litoral Central?
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