Nada se hacía si el líder no pronunciaba la última palabra. La particularidad es que movía los hilos de su organización criminal desde la cárcel. Narcos que gracias a contactos con joyeros del centro de Santiago, transformaban sus ganancias en miles de dólares, los que por encomiendas y camuflados en cajas de teléfonos eran sacados del país. Seguir ese dinero les permitió a Carabineros y a la Fiscalía llegar a la droga. Esto es Reportajes Teletrece.
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