Se aseguró que las tobilleras electrónicas brindarían protección real a las víctimas de violencia intrafamiliar, monitoreando las 24 horas a los agresores. Sin embargo, a cinco meses de ponerse en marcha, detectamos graves falencias en el sistema. Primero, las permanentes pérdidas de señal del GPS y, segundo, la proximidad entre víctima y victimario que algunos tribunales nunca detectaron.
Etiquetas de esta nota