Es cosa de salir a la calle para darse cuenta del explosivo aumento del parque de motos que ha tenido nuestro país en apenas tres años. Pero hay un grave problema que se no se ve tan fácilmente: miles de motociclistas conducen sin patente, ni licencia, ni menos con certificados de homologación. Pese al aumento de controles, crece la venta de motocicletas de baja cilindrada o eléctricas haciendo creer que estos vehículos prácticamente pueden circular como una bicicleta o un scooter.
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