En la zona oriente de Santiago, opera desde hace más de 4 años una clínica donde dos mujeres han muerto y otras 4 han resultado con graves secuelas dentro de sus pabellones. El último caso, la mamá de dos hijos, que tras una cirugía ambulatoria, quedó con daño cerebral. Nadie entiende cómo sigue funcionando y no se fiscaliza, pese a haber sido clausurada en diversas ocasiones.
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