Un profesor renunció a su trabajo en el colegio para dedicarse al oficio de sus padres: hacer mochilas. Y le fue tan bien, que lo convirtió en un negocio que involucra a toda su familia. Los bolsos que hacen ya no solo se venden en Chile, incluso hay quienes los comercializan en el extranjero y con garantía de por vida.
Etiquetas de esta nota