El siempre difícil mes de marzo está a la vuelta de la esquina y asoma como un momento clave para el gobierno de Gabriel Boric. No sólo porque cumplirá un año desde que llegó a La Moneda, sino porque deberá enfrentar una agenda política cargada, con las grandes reformas tramitándose en el Congreso y la amenaza del debate sobre un nuevo retiro de fondos de pensiones. Desafíos que, desde el propio oficialismo advierten, deben venir acompañados de un cambio de gabinete que -todo indica- es inminente.
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