Tres eran los puntos explicitados en la demanda boliviana, pero el primero era el más importante, porque de ahí derivaban las otras dos peticiones. Si la Corte rechazaba que existiera una obligación de negociar, entonces no había incumplimiento y obviamente menos se le podía exigir a Chile sentarse a negociar que eran las otras solicitudes bolivianas.
Etiquetas de esta nota