El 22 de febrero de 2019 los ojos del mundo estaban puestos en Cúcuta. Desde ahí el denominado "Presidente encargado de Venezuela" prometía terminar con el gobierno de Maduro e ingresar con ayuda humanitaria a su país, un viaje en el que estuvo acompañado por el presidente chileno. A dos años de su polémica presencia, el aniversario coincide con la crisis migratoria que se vive en el norte del país producto de la masiva llegada –justamente– de ciudadanos venezolanos.
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