Más de 100 mil chilenos trabaja cuando la mayoría del resto duerme. Las circunstancias los obligan a despertar de noche, comer de noche, vivir de noche y en algunos casos desgastarse en labores pesadas en que incluso ponen en riesgo sus vidas. Cuando usted descansa, ellos hacen que el país no se detenga y siga produciendo.
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