Sólo 9 millones y medio de pesos logró recaudar el remate de las obras de arte que pertenecían a Rafael Garay, condenado por estafa y hoy en libertad condicional. El ingeniero se declaró en quiebra y la venta de sus últimas pertenencias tiene por objeto solventar parte de su deuda, claramente alcanza para muy poco porque sus compromisos impagos superan los 800 millones de pesos.
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