A fines de la Guerra del Pacífico, Chile y Perú siguen desarrollando máquinas de increíbles características para la época y ya sin mucho sentido, pues la guerra estaba prácticamente definida. Perú, un submarino, y Chile, una lancha torpedera de gran velocidad, que fue desarmada para ser llevada al lago Titicaca, una verdadera hazaña.
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