Otra vez lo tuvieron que vivir e incluso pasar la noche en sus locales con el miedo que los delincuentes volvieran a saquearlos. Así, en la indefensión dicen sentirse vivir los dueños de farmacias de barrios y de locales comerciales víctimas de otra jornada violenta. Hasta el cuartel General de Bomberos también fue víctima de la delincuencia.
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