No les importa nada, ni las cámaras de seguridad, ni los testigos, tampoco que sea a plena de luz de día o que incluso sus víctimas viajen con guaguas. Así es la violencia con la que actuaba una banda que se dedicaba a las encerronas en el sector oriente de la capital. Entre sus integrantes se investiga la participación del único detenido en el violento asalto de la semana pasada a la joyería Mosso, del mall Alto Las Condes
Etiquetas de esta nota